domingo, julio 11

EL ARBITRO, INDIGNO DE UNA FINAL

La final del Mundial de Sudáfrica 2010 será recordad no solo porque España es por primera vez campeón del Mundo, sino por el flojo arbitraje del árbitro Howard Webb, quien fue eje de las polémicas del partido.
Holanda salió a plantear un juego mucho más físico que España, y en esa obsesión por presionar a los mediocampistas de la Furia, pegaron de más. Siete amonestados tuvo la Oranje en el partido, y un expulsado: Heitinga, en el segundo tiempo adicional.
Sin embargo en Holanda se podrían haber ido expulsados otros jugadores como Van Bommel (fue amonestado y pegó mucho después de la tarjeta), y lo mismo ocurrió con De Jong, quien con amarilla siguió con el juego brusco.
El árbitro no fue permisivo solamente con Holanda, sino también con el seleccionado español. El mismo Andrés Iniesta, quien con su gol consagró a la Furia, le cometió una falta sin pelota a Van Bommel, y podría haber visto la roja. No fue sancionado ni con amarilla, tarjeta que vio después de festejar el gol, por sacarse la remera.
El mismo público presente en el Soccer City no le dejó pasar al árbitro su floja actuación, y en el final del partido, cuando saludó a Joseph Blatter y a Jacob Zuma, fue muy insultado por la afición de Johannesburgo.

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