lunes, julio 5

LA PELOTA ES DE OTRO PLANETA

El aluvión de críticas que jugadores, técnicos y expertos han dedicado al Jabulani, el balón del Mundial de Sudáfrica, han llevado a la mismísima NASA a analizar el comportamiento y la aerodinámica del esférico. Y los resultados no pueden ser más contundentes: es impredecible.
Los porteros de Inglaterra, Argelia, Japón o Ghana han protagonizado algunas de las cantadas más sonadas del mundial de Sudáfrica. Pero todos ellos, villanos crucificados por sus aficiones, tienen ya una coartada a la que agarrarse: el Jabulani es errático e impredecible. Y no se trata de una simple impresión o de sus sensaciones dentro del campo. Lo dice ni más ni menos que la NASA.
Con la ayuda de un jugador profesional de la Liga estadounidense (Stephen Beitashour, de los San José Earthquakes) expertos en aerodinámica de la NASA estudiaron al detalle el comportamiento del polémico balón. Las conclusiones del estudio señalan que a una velocidad superior a los 72 kilómetros por hora, el Jabulani es impredecible.
El poco peso del balón, unos 440 gramos, hacen que al ser golpeado con violencia el esférico experimente un denominado efecto nudillo ('knuckle' en inglés) que hace que su dirección varíe de forma totalmente aleatoria durante su vuelo. Un efecto que además se ve potenciado por la ubicación de las ciudades sudafricanas en las que se juegan los partidos ya que todas se encuentran por encima de los 1.000 metros sobre el nivel del mar.

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