ALEMANIA ACABÓ CON EL SUEÑO ARGENTINO
La selección de fútbol de Argentina sufrió el sábado sobre el césped del estadio Green Point una inapelable derrota 4-0 ante Alemania, en un partido marcado por el tempranero gol de Thomas Müller a los 3 minutos que la escuadra de Diego Maradona no supo remontar.Alemania dominó la primera parte con las mejores ocasiones, pero fue en la segunda mitad, cuando más arreciaba el ataque "albiceleste", que los europeos sentenciaron el partido con dos tantos del veterano artillero Miroslav Klose en los minutos 68 y 89 y otro del defensor Arne Friedrich en el minuto 74.
Los sudamericanos, que tuvieron varias oportunidades en el inicio del segundo para lograr el empate, fueron víctimas de la ansiedad y los precisos contragolpes alemanes que acabaron por abultar el marcador y alejar la posible remontada.
Como en el 2006, Argentina cayó en cuartos de final ante los alemanes, y recibió su peor goleada en su historia mundialista desde la derrota 6-1 ante Checoslovaquia en 1958.
Alemania inició el partido con gran intensidad y orden en ataque y a los 3 minutos un centro al área de Bastian Schweinsteiger fue rematado de cabeza por el joven ariete Thomas Müller, quien se zafó con rapidez de la marca del defensor Nicolás Otamendi.
Acostumbrados a llevar la iniciativa ofensiva, el gol condicionó el juego argentino, que fue impreciso y falto de ideas para llegar a puerta. Pese a ir abajo en el marcador no lograba generar peligro en el área rival y sin embargo sufría para desactivar a los movedizos delanteros europeos.
Los argentinos se volcaron a las bandas y el centrocampista de contención Javier Mascherano muy sólo en mitad de la cancha no pudo controlar a los alemanes, cuyas rápidas transiciones y jugadas hilvanadas los dejaban con frecuencia en la inmediaciones del área rival.En la segunda mitad, la "albiceleste" salió con más acierto e intención, volcada a conseguir el empate y aunque logró generar muchas ocasiones de peligro, Lionel Messi, Gonzalo Higuaín y Carlos Tevez no estuvieron inspirados frente al arco rival.C
uando más arreciaba el ataque argentino, los sudamericanos se desordenaron en defensa y fueron víctimas del contragolpe alemán, como les ocurrió a los ingleses en el partido de octavos cuando fueron también fulminados 4-1.
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